jueves, 25 de marzo de 2010

Reflujo gastroesofágico de los bebés


El síntoma más común son los frecuentes vómitos

No existe nada más incómodo y molesto cuando, después de comer, el alimento, sólido o líquido, es devuelto del estómago al esófago, provocando vómitos y náuseas. Ese mal rato no es una experiencia sólo de algunos adultos. El reflujo gastroesofágico, como es conocido, afecta también a los bebés, principalmente después de las tomas de biberón y de las comidas.

El esófago es un canal muscular que conduce los alimentos de la boca al estómago. En la parte inferior de ese músculo está el esfínter que funciona como una válvula que se abre para que el alimento pase al estómago, y se cierre para evitar que el alimento vuelva. Cuando el esfínter no funciona bien, sea por su inmadurez o por su debilidad, el alimento acaba por volver al esófago y de ahí a la boca, provocando mucha acidez y vómitos. Eso es lo que ocurre cuando el bebé sufre de reflujo gastroesofágico, un trastorno digestivo muy común en los bebés.

Síntomas del reflujo en los bebés
El síntoma más común son los vómitos frecuentes y en gran cantidad. Aparte de eso, se puede notar que el bebé llora aparentemente sin motivo y con persistencia, se muestra irritable, tiene dificultad para dormir, tose con frecuencia, da arcadas, y se niegue a comer. Consecuentemente, el bebé no gana o pierde peso, no crece, o puede, en casos más crónicos, tener una inflación en el esófago, e incluso llegar a tener una úlcera.

Causas del reflujo
En la mayoría de los casos, los bebés presentan reflujo por causa de la inmadurez de su sistema digestivo. A partir de los seis meses, cuando el bebé empieza a estar más erguido, y cuando inicia la dieta de alimentos sólidos, el problema suele remitir. Normalmente, eso ocurre en un 80% de los casos. El reflujo solamente es considerado patológico cuando los episodios de vómitos y regurgitaciones no cesan después de los seis meses.

Recuerda que un diagnostico preciso solamente lo puede dar un pediatra. Así que si tu bebé presenta algunos de esos síntomas no se adelante pensando que lo que tiene es reflujo. Primero, consulta con el pediatra, quién hará las pruebas y exámenes apropiadas al caso.Cómo aliviar el reflujo de tu bebé.

Cómo suavizar los síntomas del reflujo
La mejor forma para suavizar los síntomas del reflujo es mantener al bebé en posición vertical después de su alimentación, evitar moverlo demasiado, y hacerle eructar varias veces mientras toma el biberón o le da de mamar. Es recomendable también que le des de comer más veces y en menor cantidad. A partir del tercer o cuarto mes, se puede espesar la leche y controlar que los agujeros del biberón sean del tamaño adecuado para que el bebé no trague aire al comer. Aparte de eso, es necesario evitar las grasas, las frituras, el chocolate, zumos cítricos, bebidas con gas, e yogur. Es aconsejable que el bebé duerma ligeramente incorporado. Ponga un cojín debajo de su almohada.
Si notas que los síntomas siguen y que eso esté perjudicando la salud de tu bebé, consulta con el pediatra para que le haga las pruebas pertinentes al caso de tu bebé.

Tratamiento del reflujo
Para tratar un caso de reflujo hay que considerar la edad y los síntomas de los bebés. Algunos pueden que no necesiten tratamiento y sólo precisen de algunos cuidados para aliviar los síntomas. Otros, puede que necesiten de medicamentos. Pero en poquísimos casos se indica una cirugía.

Cuándo el reflujo es grave
El reflujo se convierte en una preocupación cuando, al volver el alimento del estómago al esófago, se vierta en el conducto de aire. Eso puede causar problemas de respiración, asma, neumonía, y en algunos casos, el síndrome de muerte súbita del lactante.
Los casos más graves son tratados con fármacos que ayudan a neutralizar la acidez del estómago. Los efectos de los medicamentos son tan eficaces que en pocos casos se llega a indicar una cirugía.

Fuentes consultadas:
- Healthsystem- University of Virginia
- Hospital Medical Center - Cincinnati Childrens
- www.guiainfantil.com

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